lunes, 10 de marzo de 2014

Historia de una cuchara

Y entonces .
Y entonces la taza donde ahogamos los recuerdos,
que aún conservan a algún naufrago
 que consiguió atarse las manos a un trozo de esperanza,
esperanza que nosotros intentamos destruir
porque sabíamos de sobra que
                                             saldría a flote.
Y entonces el naufrago,
que subsiste a base de respirarte,
o pensarte o soñarte o recordarte o amarte,
atado al último trozo del naufragio,
luchando contra la furia de las olas que intentan ahogarle.


Y entonces tú y yo,
removiendo el café con una cucharilla que solo sabe herir al naufrago
porque a tí y a mí ya nos hieren nuestras miradas;
 rebosantes de sueños no cumplidos
y de esperanzas consumidas por el miedo y el "no puedo"


Y entonces la cuchara y el naufrago en lucha permanente,
 la cuchara apática que no entiende de "te quieros",
y sigue removiendo el café consumiendo los últimos restos de esperanza
a los que se aferra el último naufrago,
que cansado de batirse en duelo contra las olas
se esta hundiendo entre los cuerpos de los demás desamparados,
                que aceptaron la derrota.


miércoles, 12 de febrero de 2014

Tus labios

Porque tú, eres.
Eres la lluvia que cae sobre mis mejillas,
con dirección mi boca,

que solo pretende inundar a ésta con lagrimas que saben a tí
y que huelen a las dosis de besos que me estoy perdiendo
 cada día que pasa desde el  último día que rozé,
                                                                          toque,
                                                                                   sentí,
                                                                                            y me bebí a sorbos tus labios.

A tí.

No sabéis lo que es soñar,
 si no le habéis soñado.
No sabéis lo que es respirar,
 si no habéis sentido que os quedabais sin aire al aguantarle una mirada.
No sabéis lo que es temblar,
si no habéis estado a su lado.
No sabéis lo que es "atravesar" una mirada,
si no le habéis mirado.
No sabéis lo que es morderte los labios (para que no se te escapen) si no le habéis visto sonreír.


(escrito a 9/12/2013 ){a tí, que apareciste en mi vida cuando te estaba esperando, pero no en el momento ni en el lugar más adecuado. Y esque es a tí, con el que soñaba cada noche justo antes de conocernos. A tí}

Déjame ser esas cinco letras

Digamos que soy esas cinco letras que se transforman en tu lunar favorito;
Digamos que me dejas ver por unos instantes a través de tus ojos;
Digamos que te siento, es decir, a través de tí mismo;
con tus palpitaciones, tu respiración, tu olor, tu saliva...
(digamos)

Creo que te empiezo a quer(cre)er

No es una simple mirada,
de lo que vengo a hablarte.
No es de un abrir y cerrar de ojos.
Hablo de no poder mirarte a la primera
sin que antes
me hayan temblado las manos,
sudado los dedos,
enrojecido las mejillas,
mordido los labios, peinado el cabelo,
aguantándome el mirarte sin antes bajar la mirada y repetirme:
-levanta la mirada que vas a parecer tonta-

Soluciones a la ansiedad: soñar(te)

Desconectarte de los sentidos y de los pensamientos,
paralelamente a imaginarme tu boca.
Una sensación de calma recorre entonces mi cuerpo,
aunque ni siquiera pueda sentirla, tu imágen me tranquiliza;
haciendo que mi corazón desaceleré sus agitadas pulsaciones
y que se normalicen mis respiraciones.

Y entonces, lo que antes me costaba horas, noches en vela, temblores, descontrol, altibajos, caos;
se convierten en un dulce sueño que tiene como protagonista a
                                                                                          tu boca.




Vaho

El color gris del cielo,
 los pájaros negros camufados entre el humo de la chimenea,
 las gotitas de agua en plena carrera sobre mi ventana,
 el viento azotando las delicadas hojas verdes que aún quedan...
                      y el calor de estar al otro lado de la ventana,
                      que me permite no sentir el frío en el cuerpo,
                                                          pero sí en la mirada.